Florencia Goldstein es la directora de este espectáculo. Esta obra es su trabajo final de 4° año de la carrera de Puesta en Escena en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático (EMAD). Y se encuentra muy bien logrado. Con creces. A mi entender, en este texto de Héctor Levy-Daniel una de las cuestiones principales a resolver (si no la más importante) son las transiciones témporo-espaciales. Y esta directora lo ha resuelto de forma magnífica. Son muy complicados este tipo de inconvenientes a ser resueltos. De una complejidad cuasi cinematográfica de montaje podríamos decir, y sin embargo Florencia lo ha resuelto con códigos teatrales impolutos. Sin esta resolución de manera correcta, el devenir del espectáculo no fluiría, y sin embargo lo hace, con una dinámica muy atractiva. Otro de los puntos muy seductores de la puesta son los planos de profundidad que maneja. Esto hace que el espectador recorra con la vista todo el espacio tan particular que ofrece la planta baja de la...